Por Rafael E. Caamaño Castillo
En mi estancia como servidor público conocí la provincia Barahona en donde tendría la doble función de Promotor y encargado de área transitorio.
En esta encantadora población, el local que ocupaba
las oficinas del Supervisor regional, encargado de área y almacenes. Servía
además de residencia para el encargado y su familia, pero la misma había sido
destruida por un voraz incendio. Razón por la cual tuve que buscar un nuevo
local y que finalmente encontré, pero sin disponibilidades de la anterior. Esa
situación me obligo, residenciarme en el municipio de Cabral a una distancia de
14 kilómetros de Barahona la capital provincial.
En Cabral fui bien acogido y traté de reciprocar
con mi esfuerzo las atenciones recibidas. De esa forma se les dio terminación a
la piscina del Naranjo, la escuela de los Charquitos, el aljibe de la Lanza y
se promovió la construcción de un acueducto por gravedad en el lugar conocido
como La Sabana de Maniel Viejo en la colindancia de Polo con Enriquillo.
Contando siempre con la valiosa cooperación del
Ingeniero Carlos Souffron Heredia, la representante de la entonces sección de
Polo Doña Robinda Medrano y el Síndico de Cabral Lépido Japonés Suárez.
En el Municipio de Cabral, se formó el Club Alberto
Feliz Vicioso, un taller de sastrería con diez máquinas de coser y un taller de
ebanistería. Ambos regenteados por el maestro Cafecito y el nombrado Francisco
Sánchez, pero en Cabral, el canto seguiría siendo mi ángel guardián. Mi llegada
al lugar coincidió, con la escogencia de los representantes de la población en
un festival regional que se celebraba en el teatro Lama del municipio de Neiba.
Apenas tenía dos semanas en la localidad.
Los cabraleños desconocían esa faceta de cantor. Se
las informo un compañero de labores de nombre Carlos Ballat, oriundo de
Barahona, pero encargado en esa época de la Oficina de la ODC en la Provincia
de Puerto Plata quien al visitar la población de Cabral en ocasión de la
escogencia, les sugirió buscarme a los organizadores, entre los cuales se
encontraba el representante local ante la Cámara de Diputados David Enrique
Olivero Segura.
No habían pasado algunas horas de la noche, el
lugar donde residía fue invadido por grupos de personas presididas por el
dinámico diputado y el pintoresco compañero de labores. Quienes llenos de risas
me dijeron, esto es un asalto, Usted está preso. Me llevaron al local del
ayuntamiento, donde se realizaban la escogencia.
El tiempo de inactividad en esas lides,
probablemente ayudo en las condiciones óptimas de la voz. En compañía de los
músicos interprete La bella cubana y la danza Mis amores. Para sorpresa mía, el
público puesto de pie, ovaciono mis interpretaciones, mientras coreaban…..ese es,
ese es, ese es Ese hecho se divulgo ampliamente y me rodeo de amistades que aún
conservo. David Olivero Segura, Claudio Feliz y su esposa, tres simpáticos
personajes apodados Quetén, Pavilo y Cuchúpa, Bienvenido Urbaez, Olmeda y su
fenecido esposo Papo Kury, Chiche, Carlos, Mimilin, Papilin, Minito González y
el comerciante Bolívar González entre otros de gratos recuerdos, algunos ya
fallecidos.
La actividad en la Ciudad de Neiba fue pospuesta y
al decir de los habitantes de Cabral, fue una decisión condicionada por la
calidad artística de su representante. Agradezco estas consideraciones, pero
humildemente las considero un juicio de valor.
A partir de entonces y todos los domingos, por
instancia de los munícipes del querido Rincón de Ají, encabezados por el
dinámico Diputado David Olivero y el honorable Síndico Japonés Suarez, cantaba
en el parque central acompañado magistralmente por la Banda de Música bajo la
dirección del inolvidable maestro Cafecito.
Este gesto me rodeo de una aureola positiva, que
supe aprovechar para la formación de grupos y cristalización de algunos
proyectos. Entre los grupos sobresalió el de Canto Coral, que contó con la
cooperación y respaldo del Sacerdote Julio Feliz. Me queda la honra y
satisfacción que los trabajos que realice y mi entrega personal permitió
ganarme el corazón de los hombres y mujeres de un pueblo laborioso y digno.
Cabral, el inolvidable rincón de ají. El tiempo
transcurre rápidamente y de nuevo tome otro sendero.
“La verdad no es un artículo que se compra y se vende con beneficios” Juan Bosch
1 cometarios:
Gracias al dilecto amigo Eliezer Olivero por su colaboración en la publicacion de este artículo. Mi gratitud también para el dinámico Director de este medio digital Yassir Féliz, por permitirlo. Finalmente a todos los habitantes del querido y siempre recordado Cabral, que con sus opiniones no solo enriqueceran el presente sino también rebozaran mi alma de nostalgia.
RAFAEL EMIGDIO CAAMAÑO CASTILLO
emigdiocaamano43@gmail.com
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