David Olivero murió el pasado lunes 23 de junio del 2014.
Por Praede Olivero Feliz
Hoy
quiero rendir homenaje a mi primo David Olivero Segura, no quiero pensarlo, ni
verlo, ni sentirlo muerto, porque para mí siempre estará vivo, en mi memoria,
en mi pensamiento y en mi acción, David vive en el corazón de toda mi
familia.
Sé también que muchos amigos jamás lo olvidarán, demasiado acompañamiento y solidaridad, no sólo se pueden pagar con la ingratitud de los hombres.
Con él aprendí, en mi época de mayor radicalismo, que en todos los partidos hay gente buena. El un reformista a carta cabal, puedo decir que fue el último que me salvó la vida, Edgar Augusto Féliz Méndez, fue el penúltimo.
Era el 1991, habían destruido el local de la Unión Nacional de Estudiantes Revolucionarios –UNER- en el Marión, en la UASD, murieron allí mis queridos compañeros y hermanos Mármol, Ayanis y Pedrito, a penas a 300 metros de la casa de David en la calle Julio Ortega Frier número 11.
Yo vivía
casi frente a David, en una pensión de Lilian, en el cuarto nivel, en el número
8 de la misma calle y aunque Omar Lázala era el nuevo jefe de la UNER, sobré mí
cayó toda la represión del Estado y la orden era clara: “No lo traigan
vivo”.
Me persiguieron en la Capital, en Barahona y por todo el país, pero Edgar me protegió como Fiscal de Barahona, me agachó y me salvó la vida, lo que le agradezco eternamente.
Usé mis
medios, llegué a Santo Domingo desde Barahona y una comisión compuesta por
Wilson Gómez de Adoma, Mario Suriel, Secretario General de la UASD y varios
estudiantes de Barahona, me entregó a la Policía Nacional.
Ahí se
inició la verdadera defensa de mi vida, en el palacio de la policía sufrí mal
trato, presencié torturas, mientras David Olivero Segura pulseaba con el
General Rodríguez Arias, refutando cada imputación falsa, la principal era la
de ocultar, trasladar y proteger armado a Máximito y a Rafaelito Pimentel,
asesinados por la Policía.
No paró
David hasta desmontar la trama criminal en mi contra, día a día confrontó con
Rodríguez Arias, con el Coronel Madé, jefe de explosivos y Campusano jefe
del Servicio Secreto de la P.N. que torturó a Narciso, un joven del barrio
Capotillo, en mi presencia, lo que denuncié en presencia del jefe de la Policía
y David.
Logró mi
primo mi libertad, que me levantaran el cerco policial y la vigilancia abierta.
Todo esto ocurría en los últimos 10 años de gobierno de Balaguer, gobierno de
David al que desafió por mi libertad y mi vida.
Así lo vi
interceder por muchos Cabraleños, Barahoneros y dominicanos, buscando libertad,
empleos, apartamentos, becas, tierras, etc… por eso y mucho mas, rindo homenaje
póstumo a David Olivero Segura.
“La verdad no es un artículo que se compra y se vende con beneficios” Juan Bosch
0 cometarios:
Publicar un comentario