CUANDO HASTA EL SILENCIO ES OFENSIVO.

“Ante una ofensa inmerecida, deja que tú silencio y tú indiferencia sea tu más grande enseñanza.” Daireth Winehouse.

Por Yassir Féliz

Con esto de las elecciones de ASODEUCA, por lo que significa para mi la palabra amistad y uno de sus candidatos, y luego de unas infructuosas gestiones de unidad, he guardado un silencio sepulcral. En ciertas conversaciones privadas, y hasta en llamadas telefónicas, he tenido que soportar todo tipo de desconsideraciones y falta de respeto, solo por y con mi silencio.

Ahora mismo, hace menos de cinco minutos, recibí una llamada de alguien que me preguntó que qué lio es que hay con ASODEUCA en la redes. Esa persona, me dijo además que quien le llamó le dijo que soy yo quien está metido en esto agitando todo. Le respondí que yo no hablo de ASODEUCA. Le dije que no doy LIKE ni COMENTO nada que tenga que ver con ASODEUCA. Le dije además que estaba claro de lo siguiente: Sé que eso viene de quienes toda su vida han tenido una mochila de odio, resentimientos y confrontaciones en sus espaldas. Sé que eso viene de personas que su único talento es fabular, tergiversar,  envenenar mentes sanas, en fin, personas que tienen un PHD en disociación grupal.

A la persona que me llamó le insistí bastante en eso último. Le dije que todo en la vida tiene un límite, y que la paciencia no escapa de ella. Le dije además que un ser humano, humano de carne y huesos, quizás no pueda ni deba aguantar tantos ataques y mentiras como los que hasta ahora me he ganado sin siquiera haber hecho el primer comentario al respecto, pero que estoy dispuesto a pagar ese precio por mi silencio.

Este screenshot ha sido lo único que he escrito sobre el proceso. Lo hice el pasado 24 de febrero.

Antes de escribir esto que ahora ustedes leen, le consulté a un amigo qué, a pesar de su juventud, es un ser humano que puede dar un buen consejo. Le pregunté qué debía hacer yo ante esta situación, y me contestó que lo más prudente era hacer una contraofensiva. Le respondí que conociendo la capacidad maquiavélica de los manipuladores de verdades, karatecas del odio y resentidos sociales que se escudan bajo otros, no hay manera efectiva de hacer una contraofensiva sin que la misma no se malinterprete y se tergiverse, pues para ese grupo de mitómanos HASTA EL SILENCIO ES OFENSIVO.

 “La verdad no es un artículo que se compra y se vende con beneficios” Juan Bosch