POR VINICIO LOPEZ
En meses anteriores planteamos la
necesidad de que sea reconstruido el tramo de la carretera internacional
entre El Peñón y Cabral. Hoy volvemos a insistir en los beneficios que
se derivan en función de ahorro de combustibles, facilidades y
seguridad vial. Entre El Peñón, Cabral y Polo ha existido siempre un
intercambio comercial fluido, especialmente en productos agrícolas y
pesqueros.
Los residentes en El Peñón utilizan mayormente los servicios de segundo nivel en salud en el Hospital Municipal de Cabral, por estar más cercano y la facilidad de poder utilizar cualquier medio de transporte. El Hospital Regional Jaime Mota le queda a mayor distancia.
Por este tramo vial circulan todos los ciudadanos que se desplazan desde y hacia Puerto Príncipe, Jimaní, Duvergé, Vengan a Ver, El Limón, Las Baitoas, Las Salinas, Cristóbal, La Lista, Cabral, Polo y otras comunidades que se benefician, al acortar significativamente la distancia y el riesgo de tener que recorrer la vuelta por el cruce de la carretera Cabral-Barahona, cuando se desplazan desde y hacia Santo Domingo, Azua, Baní, San Cristóbal, San José de Ocoa, San Juan de la Maguana y todas las provincias de la Región Este y del Cibao, entre otras tantas comunidades.
Cuando el terremoto que afectó al hermano pueblo de Haití se demostró la gran utilidad de este tramo carretero, utilizado efectivamente y con grandísima demanda por todo tipo de vehículos en que se transportaba la ayuda humanitaria a los afectados de este terrible fenómeno.
Los residentes en El Peñón utilizan mayormente los servicios de segundo nivel en salud en el Hospital Municipal de Cabral, por estar más cercano y la facilidad de poder utilizar cualquier medio de transporte. El Hospital Regional Jaime Mota le queda a mayor distancia.
Por este tramo vial circulan todos los ciudadanos que se desplazan desde y hacia Puerto Príncipe, Jimaní, Duvergé, Vengan a Ver, El Limón, Las Baitoas, Las Salinas, Cristóbal, La Lista, Cabral, Polo y otras comunidades que se benefician, al acortar significativamente la distancia y el riesgo de tener que recorrer la vuelta por el cruce de la carretera Cabral-Barahona, cuando se desplazan desde y hacia Santo Domingo, Azua, Baní, San Cristóbal, San José de Ocoa, San Juan de la Maguana y todas las provincias de la Región Este y del Cibao, entre otras tantas comunidades.
Cuando el terremoto que afectó al hermano pueblo de Haití se demostró la gran utilidad de este tramo carretero, utilizado efectivamente y con grandísima demanda por todo tipo de vehículos en que se transportaba la ayuda humanitaria a los afectados de este terrible fenómeno.
Esperamos que con los
nuevos recursos que se inyectarán al presupuesto nacional como fruto de
la renegociación con la Barrick Gold se tomada en cuenta esta sentida
necesidad de las comunidades citadas en párrafos anteriores.
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