Mudó de La Vega, el Valle más hermoso de América, para ir a residir al pueblo de Cabral, junto a la más ilustre dama de la comarca. Para honor del pueblo, hizo de la tierra cabraleña su hábitat; con certeza la comunidad cabralense ganó durante el último medio siglo con la estancia y presencia en su territorio y sociedad, de este gran ser humano.
Hombre fuerte, de inolvidable y alegre expresión facial y amable sonrisa que tanta falta hará. Troncal formador de una emblemática familia de la comunidad. Amador de su esposa, hijos e hijas quienes heredan no sólo lo material, sino la fortuna de su honestidad y su memoria. Abuelo de especial devoción por cada uno de sus nietos y nietas, quienes significaron sus grandes amores.
Gran emprendedor de décadas y empresario innovador de múltiples áreas. De refinado gusto musical, devoto del Tango. Afable, consejero, colaborador y solidario sin igual. Defensor de sus ideales e Integrador social de la comunidad. Sin dudas un muy especial amigo del pueblo.
El querido Ayala, Vegano y Cabraleño, figura icónica del respeto, de la rectitud, del trabajo; Cuanta tristeza ha significado su partida, reflejada en el llanto de todos; tristeza de recuerdos alegres, que estará enraizada en los sentimientos y nostalgias de su familia, sus descendientes, amigos y de la historia de Cabral.
En Paz Descanse
Fallecido el 23 Julio 2010
"Siempre digo la verdad, incluso cuando hablo mentiras"
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