Durante las últimas semanas se ha divulgado en los medios de comunicación, la información que presenta a la República Dominicana seleccionada como el Mejor destino turístico del Caribe, aspecto importante que me motivo a resaltar.
Pero me motivo a generar este artículo más aun por haber escuchado el día 5 de Febrero 2009 en la voz del medio cabraleño Melton Pineda (La Bazooka) y planteo lo siguiente:
Desde lo general
La República Dominicana es conocida a nivel internacional como la panacea caribeña del turismo. Si más bien esta distinción resulta insoslayable, es bien sabido que en el evidente desarrollo turístico que presenta el país, a lo interno, se producen las más exacerbadas inequidades y lucha de intereses de los personeros que dominan a gran escala el negocio del turismo en cada una de las regiones que componen la geografía nacional.
La República Dominicana es conocida a nivel internacional como la panacea caribeña del turismo. Si más bien esta distinción resulta insoslayable, es bien sabido que en el evidente desarrollo turístico que presenta el país, a lo interno, se producen las más exacerbadas inequidades y lucha de intereses de los personeros que dominan a gran escala el negocio del turismo en cada una de las regiones que componen la geografía nacional.
Sostengo, que es muy cierto el caso de que el país posee un elevado desarrollo turístico, insisto además en establecer que La región Sur y en específico Barahona, posee el más adecuado marco natural para ese desarrollo en la geografía dominicana, pero a la vez esta región es la más afectada por las malsanas estrategias comerciales de los empresarios del turismo de Bávaro y Punta cana, que impiden cualquier intento para que Barahona arranque de una buena vez. En ese sentido señalaré algunas situaciones que evidencian el bloqueo al desarrollo de nuestro polo turístico.
El caso de Puerto Plata
En la década de los 80s cuando era la zona de Puerto Plata la de mayor desarrollo en toda la región, se comenzó a producir una soterrada estrategia producida desde los de esos entonces nuevos inversionistas españoles de la región de bávaro para dañar el desarrollo de la novia del atlántico; para ese tiempo a Puerto Plata se le conocía con el envidiable mote de “El sur de la florida” por el meteórico desarrollo económico de los habitantes de la provincia y la cantidad de infraestructuras hoteleras existente en su región.
Sin dudas uno de los factores intrínsecos que afectaron el impulso turístico de Puerto Plata, lo fue el alto nivel de pluviometría de la zona; bien es sabido, que los turistas extranjeros vienen mayormente en busca de sol y en ese orden Puerto Plata solo les ofrecía un cuadro lluvioso, pero el gran elemento en el letargo de esa provincia fue el manejo estratégico de los inversionistas que permearon a las autoridades e instituciones públicas que han manejado el turismo en el país desde la década de los 90s y eso representó el tiro de gracia al otrora desarrollo del turismo en la novia del atlántico, hasta hace unos 6 años que se ha vuelto a reactivar.
El caso de Higüey
Es importante resaltar que en la zona de Higuey, se tenía en los 80s y en los 90s, una gran existencia de playas vírgenes y un factor ecológico relativamente intacto; pero es evidente que las intervenciones turísticas vulneraron esto y de manera misteriosa y es el caso que cuestiono, casi nunca ha aparecido un defensor ecológico a esas agresiones, pues siempre los “Ecologistas” son silenciados por los capitales del Este, o sea sostengo que han sido comprados para no atacar las intervenciones que se hacen con infraestructuras hoteleras y con proyectos viales en las provincias de la Romana e Higüey.
De hecho se anuncian nuevas carreteras, autopistas y autovías en el Este y nunca salen los defensores ecologistas, pero desde que se anuncia la autopista entre el Cibao y el Sur, ahí mismo aparecen unos pelafustanes diciendo que eso no se puede que dañaría la ecología de la cordillera central del país. O es que acaso para hacer carreteras en el Este no se afecta también la ecología?.
El caso Barahona
Insisto en establecer que existe una gran parcialidad del estado con la región Este y una gran debilidad con la voluntad política hacia nuestro querido sur y en específico con Barahona.
El caso de Puerto Plata
En la década de los 80s cuando era la zona de Puerto Plata la de mayor desarrollo en toda la región, se comenzó a producir una soterrada estrategia producida desde los de esos entonces nuevos inversionistas españoles de la región de bávaro para dañar el desarrollo de la novia del atlántico; para ese tiempo a Puerto Plata se le conocía con el envidiable mote de “El sur de la florida” por el meteórico desarrollo económico de los habitantes de la provincia y la cantidad de infraestructuras hoteleras existente en su región.
Sin dudas uno de los factores intrínsecos que afectaron el impulso turístico de Puerto Plata, lo fue el alto nivel de pluviometría de la zona; bien es sabido, que los turistas extranjeros vienen mayormente en busca de sol y en ese orden Puerto Plata solo les ofrecía un cuadro lluvioso, pero el gran elemento en el letargo de esa provincia fue el manejo estratégico de los inversionistas que permearon a las autoridades e instituciones públicas que han manejado el turismo en el país desde la década de los 90s y eso representó el tiro de gracia al otrora desarrollo del turismo en la novia del atlántico, hasta hace unos 6 años que se ha vuelto a reactivar.
El caso de Higüey
Es importante resaltar que en la zona de Higuey, se tenía en los 80s y en los 90s, una gran existencia de playas vírgenes y un factor ecológico relativamente intacto; pero es evidente que las intervenciones turísticas vulneraron esto y de manera misteriosa y es el caso que cuestiono, casi nunca ha aparecido un defensor ecológico a esas agresiones, pues siempre los “Ecologistas” son silenciados por los capitales del Este, o sea sostengo que han sido comprados para no atacar las intervenciones que se hacen con infraestructuras hoteleras y con proyectos viales en las provincias de la Romana e Higüey.
De hecho se anuncian nuevas carreteras, autopistas y autovías en el Este y nunca salen los defensores ecologistas, pero desde que se anuncia la autopista entre el Cibao y el Sur, ahí mismo aparecen unos pelafustanes diciendo que eso no se puede que dañaría la ecología de la cordillera central del país. O es que acaso para hacer carreteras en el Este no se afecta también la ecología?.
El caso Barahona
Insisto en establecer que existe una gran parcialidad del estado con la región Este y una gran debilidad con la voluntad política hacia nuestro querido sur y en específico con Barahona.
Barahona y la costa de Pedernales poseen las mayores riquezas visuales y ecológicas propias del tipo de turismo que está en boga como lo es el ecoturismo.
Barahona como epicentro provincial de la subregión, cuenta con aeropuerto de nivel, con infraestructura vial, con reservas naturales, ríos, playas inigualables, montanas, diversidad de clima, flora, fauna, especial folclore y atractivos visuales y paisajísticos paradisiacos. Es más cuenta con el mayor atractivo para el turista extranjero y es que aun el cambio climático tiene un bajo rango de pluviometría, pues en nuestros pueblos solo llueve un promedio de 45 días al año. Pero se le ponen trabas al desarrollo de infraestructuras hoteleras y a la mayoría de planes de inversión.
Cuenta hasta con un plan estratégico de desarrollo que se hizo solo con la idea de que se quede en papeles, cuenta además hasta con fondos y créditos millonarios en dólares y euros para el desarrollo del turismo pero nada arranca, todo se detiene; se detuvo el avance aun tuvimos la oportunidad de contar con un Barahonero como uno de los secretarios de estado turismo de mayor acción y todo fue allante y movimiento.
Creo que debemos iniciar una rebelión y romper la inercia para lograr tener un esperado desarrollo turístico en la región, que aumentaría necesariamente el ingreso y la calidad de vida de nuestros habitantes. Un desarrollo sostenible del turismo, produciría directamente una mayor valía del territorio, lo que es directamente proporcional a la elevación del estatus económico de nuestra gente.
Con un desarrollo del turismo se establecería además un incentivo indirecto a la producción agrícola para suplir de esos productos los complejos y una mayor necesidad de preparación técnica académica de nuestros coterráneos, e inclusive una mayor protección a los capitales naturales que poseemos comenzando por nuestra laguna de Cabral, las montanas y las costas; Inclusive se produciría una necesidad de revalorizar nuestros valores culturales.
Para controlar las devastaciones ecológicas que pudiera generar este desarrollo, tenemos inclusive el material humano preparado para crear un comité de defensa por territorios pagado por el estado y por nuestros ayuntamientos, con habitantes de la provincia que defiendan la naturaleza en la consecución de estos proyectos. Es más existen técnicas de desarrollo arquitectónico que se afectaría al mínimo el ambiente y la naturaleza.
En la zona de Higüey es notorio el progreso, pues muchos propietarios de “montes” han vendido sus terrenos en buen precio, y hoy por hoy ya son parte de “los millonarios del Este”; sostengo que mientras el estado siga retardando este desarrollo turístico en el sur, los inversionistas extranjeros irán adquiriendo todo terreno con potencial turístico a precio de Vaca Muerta y luego los habitantes del sur solo nos quedará convertirnos en la servidumbre de esos inversionistas y del desarrollo turístico que nos envíen sin control.
La vaina es que si hacemos un breve ejercicio mental, y nos imaginamos que de todo el apoyo y concesiones que el estado le ha brindado a la Romana y a Higüey en los últimos quince años se le hubiera proporcionado una tercera parte a nuestra tierra Barahonera, fuésemos sin dudas una provincia pujante sin calles polvorientas, con un alto índice de empleos y por ende con un más promisorio horizonte para nuestros habitantes.
ELMER GONZALEZ
EL PATRIOTA SIN MIEDO
Cuenta hasta con un plan estratégico de desarrollo que se hizo solo con la idea de que se quede en papeles, cuenta además hasta con fondos y créditos millonarios en dólares y euros para el desarrollo del turismo pero nada arranca, todo se detiene; se detuvo el avance aun tuvimos la oportunidad de contar con un Barahonero como uno de los secretarios de estado turismo de mayor acción y todo fue allante y movimiento.
Creo que debemos iniciar una rebelión y romper la inercia para lograr tener un esperado desarrollo turístico en la región, que aumentaría necesariamente el ingreso y la calidad de vida de nuestros habitantes. Un desarrollo sostenible del turismo, produciría directamente una mayor valía del territorio, lo que es directamente proporcional a la elevación del estatus económico de nuestra gente.
Con un desarrollo del turismo se establecería además un incentivo indirecto a la producción agrícola para suplir de esos productos los complejos y una mayor necesidad de preparación técnica académica de nuestros coterráneos, e inclusive una mayor protección a los capitales naturales que poseemos comenzando por nuestra laguna de Cabral, las montanas y las costas; Inclusive se produciría una necesidad de revalorizar nuestros valores culturales.
Para controlar las devastaciones ecológicas que pudiera generar este desarrollo, tenemos inclusive el material humano preparado para crear un comité de defensa por territorios pagado por el estado y por nuestros ayuntamientos, con habitantes de la provincia que defiendan la naturaleza en la consecución de estos proyectos. Es más existen técnicas de desarrollo arquitectónico que se afectaría al mínimo el ambiente y la naturaleza.
En la zona de Higüey es notorio el progreso, pues muchos propietarios de “montes” han vendido sus terrenos en buen precio, y hoy por hoy ya son parte de “los millonarios del Este”; sostengo que mientras el estado siga retardando este desarrollo turístico en el sur, los inversionistas extranjeros irán adquiriendo todo terreno con potencial turístico a precio de Vaca Muerta y luego los habitantes del sur solo nos quedará convertirnos en la servidumbre de esos inversionistas y del desarrollo turístico que nos envíen sin control.
La vaina es que si hacemos un breve ejercicio mental, y nos imaginamos que de todo el apoyo y concesiones que el estado le ha brindado a la Romana y a Higüey en los últimos quince años se le hubiera proporcionado una tercera parte a nuestra tierra Barahonera, fuésemos sin dudas una provincia pujante sin calles polvorientas, con un alto índice de empleos y por ende con un más promisorio horizonte para nuestros habitantes.
ELMER GONZALEZ
EL PATRIOTA SIN MIEDO
"Siempre digo la verdad, incluso cuando hablo mentiras"
3 cometarios:
Ya entiendo lo de "Patriota sin Miedo". Hay mucha gente que sabe esto pero muy pocos por no decir ninguno se atreve a publicarlo.
Te admiro Elmer.
La verdad es k no soy de barahona pero me encantaria conocerlo.. nunca he ido al sur profundo y me muero por conocer este bello pueblo.
Kisiera conocer gente de barahona para k me lleven para aya. Soy de bani
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