Por Jhanfri D. Féliz
Es evidente, Chile es el paradigma de nación latinoamericana; es el prototipo de país que logra salir del tercermundismo y el subdesarrollo de forma efectiva en tiempo récord.
Tal cómo dije ayer, los chilenos pueden decirlo a vivas voces: hoy viven en el país modelo de nuestra región. Según datos de Heritage Fundation Chile es el país de América Latina con los mejores índices de desarrollo humano y progreso. Los indicadores de éxito económico están allí, por ejemplo: en los últimos años Chile redujo la pobreza de 26% a 7.9% (Según datos del BCC); así mismo, en el 2019 el PBI per cápita era de 13.457 € (uno de los más altos de la región) entonces ¿Por qué insistir en un cambio de paradigma, si el actual genera desarrollo a escalas inimaginables?
El plebiscito de anoche muestra las ganas insaciables de retroceder de nuestros países. Durante los últimos 70 años los abanderados del autoritarismo han tenido como meta destruir todo criterio de libertad individual, institucionalidad y desarrollo personal. Quienes ayer votaron en favor de: "Si cambiemos la constitución" son los mismos que en nombre de la "pluralidad" y el "bien común" queman iglesias, agreden personas, amenazan, timan, socavan y saquean las empresas de quienes hacen avanzar a su país.
El futuro de LATAN se vislumbra turbio, ayer decidimos avanzar en reversa...
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