Recién elegida vicepresidenta de República Dominicana,
pero para muchos en su país la cara de Margarita Cedeño empezó a ser familiar
hace ocho años cuando su esposo Leonel Fernández se convirtió en presidente por
segunda vez y ella en primera dama.
Por Lorena Arroyo
En agosto de este año
se convertirá en la segunda mujer que ocupa la vicepresidencia en su país,
después de que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ganara las
elecciones el domingo con más del 51% de los votos.
Con fuerte arraigo
entre un amplio sector de la población dominicana, Cedeño fue un fenómeno
electoral. Pero la otra cara de la moneda revela, según voces críticas, el
rostro del continuismo y una especie de garantía de que la sombra de Leonel
Fernández, ahora presidente saliente, seguirá presente en el Palacio Nacional.
"Estoy convencido
de que el hecho de escogerla como candidata vicepresidencial fue determinante
para que el PLD y (su candidato), Danilo Medina, ganaran las elecciones en la
primera vuelta el 20 de mayo", afirma el politólogo Belarminio Ramírez
Morillo.
El autor del libro
"Margarita por dentro: conozca las razones de su crecimiento",
destaca en declaraciones a BBC Mundo la popularidad de la esposa del actual
presidente que, según varias encuestas publicadas en los últimos años, goza de
los mayores índices popularidad del gobierno.
Según Ramírez, Cedeño
ha conseguido destacarse gracias a un "liderazgo con sentido humano"
en un país en el que históricamente los funcionarios no se sienten cómodos y
evitan los "contactos y encuentros con familias y personas que enfrentan
pobreza extrema y grandes necesidades".
Endoso al "poder
fáctico" de Fernández
Algunos en República
Dominicana temen que la permanencia de Cedeño en el palacio presidencial se
traduzca en la permanencia de hecho en el poder de su marido, quien ha sido
presidente durante tres legislaturas y al que la Constitución impedía
presentarse nuevamente como candidato.
En ese sentido,
Elisabeth Mateo, presidenta del movimiento cívico no partidista "Toy
Jarto", destaca que si bien Cedeño "goza de la simpatía de mucha
gente, sigue siendo un endoso del poder fáctico del marido" que dio
visibilidad a su despacho "al inyectarlo con una serie de recursos y
autonomía".
No obstante, para ella
lo importante no es cómo llegó al poder, sino el trabajo que haga cuando asuma
su nuevo cargo. "Va a enfrentar el gran reto de diferenciarse de las
políticas del gobierno de su esposo y de las mismas políticas que ha aplicado
su partido que han sido incluso de abuso de poder con los ciudadanos",
sostuvo Mateo en declaraciones a BBC Mundo.
Para Mateo, los
principales retos a los que deberá enfrentarse Cedeño son activar el papel de
la Vicepresidencia, mantener en su nuevo puesto la "humanidad con la que
se ha manejado con el pueblo", acabar con el "paternalismo" en
la política dominicana y conseguir la paridad de género en el estado.
De primera dama a
vicepresidenta
Para saber hasta qué
punto seguirá las políticas de su marido, Cedeño tendrá que recorrer el mismo
camino que otras mujeres que entraron en la arena política de la mano de sus
maridos, como la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, o la
presidenta argentina, Cristina Fernández.
Cedeño se ganó como primera dama la simpatía de muchos dominicanos.
Como ellas, Cedeño
también había desarrollado una carrera profesional como abogada antes de llegar
a la oficina de la primera dama.
Además, a sus 47 años,
ha estudiado en Georgetown, Harvard y Ginebra, tiene dos postgrados -uno de
ellos un máster que obtuvo mientras ejercía como primera dama- y es embajadora
extraordinaria de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En la cuenta de Twitter
que usó activamente durante la campaña, se define a sí misma como "madre
(de tres hijos, uno de ellos con Fernández), esposa, abogada, ciudadana
sensible y solidaria, primera dama de la República Dominicana y comprometida
con los más necesitados".
Para la socióloga
Ramona Hernández, directora del Instituto de Estudios Dominicanos del City
College de Nueva York, Margarita Cedeño "es una primera dama un poco a lo
Hillary" porque "se ha hablado de su papel un tanto independiente de
su esposo" y porque "ha demostrado tener destreza política".
Según Hernández, la
primera dama dominicana mostró esta faceta durante la campaña cuando enfrentó
algunas acusaciones como la que presentó un periodista local que aseguraba que
tenía una cuenta bancaria millonaria en Dinamarca, algo que Cedeño negó y dejó
en manos de sus abogados.
En ese momento, la
mujer "más tranquila, calmada y rezagada" dejó paso a otra más
luchadora, opina Hernández, que advierte que a partir de ahora todo lo que haga
estará bajo escrutinio público y "tendrá que cuidarse más que cualquier
otro candidato" y asegurarse de que se cumplan las promesas que hizo en su
campaña.
Habrá que esperar a ver
cómo ejerce su nuevo rol como vicepresidenta, pero en el país muchos creen que
puede tener una buena proyección en la política dominicana.
"La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés." Antonio Machado
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