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Parque Los Trinitarios, Cabral.
Por Welnel Darío Féliz
Corría el año 1910. En algún momento de ese año
a la calle del Uvero comenzaron a denominarla calle del Comercio. Esa calle
iniciaba en la entrada principal del pueblo, exactamente en su cruce por el río
Uvero y continuaba en una línea casi recta hasta topar con la calle Real (hoy
Presidente Báez). No sabemos cuando esa calle del Uvero comenzó a ser tal, pues
los registros documentales y la tradición oral señalan que la comunicación con
Barahona se realizaba siguiendo el camino Real y continuando por el de la
Iglesia, o sea, lo que hoy es la calle San Andrés. Esa vía tenía su razón de
ser a partir del camino que venía desde El Peñón y que comunicaba con la Sierra
y los pueblos Las Salinas y Cristóbal.
Es posible que esa calle del Uvero comenzara a
abrirse en los últimos años del siglo XIX, a raíz de la instalación en el
poblado de algunos extranjeros, inversionistas en café y comerciantes, como los
González, Vicens, Coll, Isaac, Cury, Salomón, así como el cambio económico de
los cabralenses. Se conoce que los hijos del pueblo más pudientes no vivían en
esa calle, como los Gongoro, que habitaban en la hoy Padre Billini. La apertura
de la calle en esta etapa es muy notoria, principalmente a raíz de las casas
que la poblaban, las que eran construidas de pino tratado y cinc y, además, por
la gran cantidad de solares vacíos que durante muchos años existieron en este
tramo. Fue en esta calle que se instaló el local del ayuntamiento, la planta
eléctrica y otras edificaciones.
El centro del comercio cabraleño fue ocupado
por la calle del Comercio. En su trayecto estaban el comercio de Manuel
González, de Juan Bujosa, de Gustavo Féliz, la botica, comercio y panadería de
Bartolomé Coll, el alambique de los Cury, la casa comercial de Jorge Isaac y
luego Angeló Acosta, el de Rafael L. Velez y otros que lograron cambiar ese
antiguo callejón.
Esa calle pasó entonces a ser la principal del
pueblo. Por ella pasaba todo aquel que se trasladaba desde Barahona hacia los
poblados del valle y la sierra y a Haití. En la década de 1920, cuando
comenzaron a transitar los vehículos de motor hacia estas zonas, su gente
comenzó a sentir los estragos del polvo. Fue, por igual, la que inauguró el
narcisismo trujillista, al cambiarse el nombre del Comercio por Presidente
Trujillo en 1936. Dada su importancia, fue la primera que se petrolizó, lo que
se realizó en 1943.
La expansión de la calle inició a mediados de
1930. En esta etapa, se construyó la carretera de Barahona a Cabral, que
eliminó el viejo camino que cruzaba por el Paso de Minguiná y el centro de La
Peñuela, creando una vía recta que iniciaba en la Cañada de La Peñuela y
empalmaba con el río Uvero, canalizando ríos y eliminando pantanos en su
trayecto, abriendo espacios otrora dedicados a la siembra de caña y otros usos,
para ser utilizados en la edificación de viviendas. A esa nueva calle (hasta el
río Uvero) se le llamó Emenegildo Féliz, bautizada en 1955 como Padre de la
Patria Nueva y fue en ella que se construyó la escuela municipal Julia Molina
en 1954. La calle continuó su expansión en 1947, cuando se construyó la carretera
de Cabral a Duvergé, allí el doblaje en la Presidente Báez fue eliminado,
continuando en línea recta rumbo a La Lista. Se terminó de completar así esa
vieja vía que rompe el pueblo en dos.
Esta arteria comercial cabraleña recibió en
1944 el parque principal de Cabral (Parque Los Trinitarios) y en su frente el
palacio municipal de concreto, inaugurado el 27 de febrero de 1958, siendo
hasta el siglo XXI la arteria que aglutina el comercio principal y los espacios
de diversión de mayor importancia. Esa calle Duarte recibió su nombre
definitivo en 1963, no sin antes ser nombrada Sánchez en 1961.
Como se trata de una arteria de corte
internacional, que comunica directamente con los pueblos principales, es así un
verdadero infierno vial. Vivir en ella comenzó a ser verdaderamente
insoportable a partir de la década de 1930. En primer término, el polvo de los
vehículos tornaba el espacio difícil. Así es notorio en los libros del
ayuntamiento, cuando las quejas para que el edil iniciara acciones a fin de ser
regada fueron constantes. Fue por estas razones que se hicieron diligencias
infructuosas a partir de 1942 para su petrolización, principalmente a partir
del hecho de que en esta etapa iniciaron las operaciones en las minas de sal y
yeso de Las Salinas.
El trajín de camiones de todo caballaje,
cargados de sal o yeso ha sido constante por más de 60 años. Por momentos se ha
unido a ello el flujo de vehículos pesados con materiales, en fechas en que se
reparaban las carreteras de la zona, así como el cruce con cargas de mercancías
hacia Haití y aun el trasiego de autobuses. Por igual, en las etapas de grandes
cargas de café por allí era que se transitaba, así como todo tipo cargas.
La instalación de la empresa Khoury Industrial,
a partir de 1992, vino a empeorar la vieja situación, pues los camiones de
carga de material cruzan constantemente por la vía, dejando tras sí constante
polvillo, suciedad y enrarecimiento del ambiente. A ello se ha unido la gran
cantidad de motores del pueblo, los que recorren en todo momento y a toda hora
la calle, con ruidos ensordecedores.
Como se observa
la calle Duarte, rica en historia urbana y comercial, unida al pueblo y
su gente, es un verdadero infierno para los habitantes del viejo pueblo de
Cabral.
"La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés." Antonio Machado
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