ASODEUCA: !40 años es más que nada!

El 40avo. aniversario de ASODEUCA.

(Marzo 17,1972 - Marzo 17, 2012)

Por Yassir Féliz (chukunaky@hotmail.com)

!Quién lo diría, quién lo diría!..... le escuché exclamar cientos de veces a mi ilustre, recordado e ido a destiempo primo y consejero Dr. Colombio Féliz, quien utilizaba esa expresión en tono satirico para referirse a algún logro o metida de pata que, via ASODEUCA, alguien obtuviera o hiciera.

La grandiosa ASODEUCA (esa alma mater que desde su fundación ha servido de trampolín a miles de Cabraleños que han visto en los estudios la manera de aportar a su desarrollo intelectual, laborar, político, social y económico) cumplió sin penas ni glorias el pasado sábado 40 años de fundada.

Su constitución como institución se debe a un grupo de jóvenes provenientes de ese empolvado, olvidado, pobre y cálido pueblo bañado por incotables riachuelos de agua dulce, quienes se unieron el 17 de marzo de 1972 en pos de fundar un grupo en el cual convergían ideas de avanzada, planes de lucha populares, intercambios culturales y deportivos, así como tener un techo colectivo llamado "La Asociación o Casa Albergue" donde malvivieran o bienvivieran sus necesidades y penurias, logros y fracasos, esfuerzos, sueños, anhelos y esperanzas en abrirse nuevos senderos en la dificil segunda mitad de los "12 años de Balaguer" y los años por venir.

No se puede escribir la historia de Cabral sin que en ella tenga un espacio privilegiado esa institución que ha dado tantos aportes sociales, profesionales, técnicos, intelectuales y politicos a nuestra tierra "Lagunera y Viejaquera". Las anécdotas de valentía y fogosidad política, la exportación cultural y las difíciles convivencias han formado parte del diario vivir de "La Asociación" y de los que han tenido la dicha o desgracia de vivir en la inmortal de la Paraguay 214 del Ensanche La Fe y una "sucursal" que existió por un corto tiempo en San Pedro de Macorís.

Como casi todo en este país, ASODEUCA ha atravesado en la última década por una especie de desinterés público que la ha convertido en un fantasma preso de su propio pasado. Pese a conglomerar a mas de 1,500 estudiantes en su matricula y un número indeterminado de profesionales y técnicos, muy pocos se preocupan por ella y por su futuro.

ASODEUCA dejó morir hace tiempo la integración a los grupos populares y sociales que reclamaban por el bien de nuestra comunidad y ha pasado a ser solo "una casa y un minibús" del cual se sirven aproximadamente menos del 35% de sus miembros, perdiéndose ya ese espacio de análisis, confrontaciones y diatribas ideológicas, así como la formación de lideres profesionales comprometido con las mejores causas de su pueblo.

Ya no se celebra la famosa fiesta de confraternidad que aglutinaba cada sábado antes del 22 de diciembre a la diaspora y estudiantes cabraleños que sentían ese orgullo de decir: !SOY CABRALEÑO!. Se extinguió de manera definitiva esa cena de acción de gracias a la que asistían los estudiantes y directivos para celebrar un onomástico más de la institución.

Ya no existe esa compenetración y motivación de parte de su liderazgo de participar en el desfile del Carnabral con una comparsa. Tampoco la integración para realizar intercambios deportivos y culturales entre nuestra Asociación de Estudiantes y otras instituciones del mismo tipo; ni siquiera, para colmo de los colmos, nadie recordó el pasado sábado 17 de marzo el esfuerzo que hace 4 décadas hicieran un grupo de titanes que tuvieron la visión de hacer de una casa de estudiantes, una extensión terrenal de Cabral en Santo Domingo y un espacio más de debate de ideas para bien de los nuestros.

Felicitaciones:
Felicito a FUDECA, institución que ha llevado a cabo una incansable y desinteresada obra con el objetivo de terminar de comprar la casa para que esta pase a ser un activo patrimonio de los Cabraleños.

Felicito también a todas aquellas personas que de manera interesada o desinteresada han hecho posible que pese a todas las turbulencias, la convaleciente ASODEUCA aún respire aunque sea un último suspiro de vida.

Felicito finalmente, a un grupo de hijos de ASODEUCA que de manera subconciente participaron en el pasado sábado 17 en un encuentro de exsobrevivientes de la Casa Albergue, y sin proponerselo celebraron entre chistes y cuentos los inconmesurables aportes que esta institución ha dado a todos los cabraleños.

!Ay Féliz Cé, quién lo diría, quién lo diría!

PD: Con dedicatoria a los que compartieron sin proponerselo la recordación de este aniversario y a mi coterráneo Wellington Pérez, bujías inspiradoras en la elaboración de este critico artículo.

"I always tell the truth, even when I lie"