La fundación del pueblo Cabral


Este artículo inicia una serie sobre los pueblos Barahona y Cabral, que iremos alternando, comenzamos con la fundación de ambos pueblos, luego la evolucíón de los caseríos.


Entre los habitantes del pueblo Cabral, su fundación y desarrollo ha sido siempre un tema fundamental. Las opiniones, divergentes por demás, sobre su origen o fundación no son nuevas, siendo parte de la tradición oral, plasmándose en libros, revistas y folletos desde hace más de cincuenta años.

Una de las tradiciones orales más socorridas ubica la fundación de Cabral en 1795. Esta opinión fue recogida por el escritor barahonero José A. Robert en 1953, en su libro Evolución Histórica de Barahona, así como por el historiador J. Marino Inchaustegui, en su Historia Dominicana, obra publicada en 1955, dentro del grupo de la Colección Trujillo. Ya hacia 1983 el costumbrista Matías Ramírez Suero, en su trabajo Fundación de Barahona, indicó que el pueblo fue erigido en 1723. Hacia el año 2003, Santiago Alcántara (Guito) en un folleto que circuló en Cabral, por cierto muy poco, titulado Los primeros y mejores del pueblo de Cabral, afirmó que había sido fundado el 23 de febrero de 1723. En otro escrito, que sirvió de base para una conferencia, titulado Tradiciones de Cabral, Julio Gómez Féliz infirió el año 1700 como el tiempo en que comenzó a levantarse. La nota común de las diferentes opiniones (Robert, Ramírez, Alcántara, Gómez) aduce que Juan Féliz de Luna, junto a su esposa Petronila Urbáez fueron los fundadores.

Como se observa, no existe una opinión homogénea, colectivamente aceptada, que indique con precisión la fecha de fundación del pueblo. Tal situación, por la propia divergencia, puede llamar a aceptar algunas consideraciones y rechazar otras, no sin antes descalificar a las que no satisfacen. Pero más allá que aceptar o rechazar, lo cierto es que las afirmaciones constituyen una cantera magnífica que permite fijar un punto de partida para analizar la erección del pueblo y relacionar las tradiciones con documentos conocidos. Esas afirmaciones son las tradiciones regionales y tal vez si no fuera por ellos dentro de algunos años no se supieran la lucha social por el rescate de la identidad y el apego a un origen de toda una comunidad.

Pero cuando se fundó el pueblo de Cabral? El primer dato discordante de las opiniones es que atribuyen al hatero Juan Féliz la iniciativa de la fundación en fechas tan distanciadas y el segundo, el principal, es que ninguna de las afirmaciones se sustenta en documentos. Lamentablemente, los costumbristas, escritores e historiadores señalados no citan ningún documento fuente y, de hecho, hasta ahora no hemos localizado ningún documento de época que refiera la fecha de fundación del pueblo. A partir de ello, podría descartarse la verosimilitud de las consideraciones y buscar, si bien el documento que las compruebe, realizar estudios históricos generales y regionales que nos permita situar la fecha aproximada que señale que tenemos allí un pueblo.

Comencemos por Juan Féliz. Las noticias de Juan Féliz no son muy abundantes. Sabemos con precisión que en la década de 1740 este era un militar español, con rango de cabo, quien estaba apostado en la frontera sur de la colonia, casado con Thomasa Terrero. Él, el 8 de agosto de 1750, compró a Pedro de Olaeta y Francisco Jacinto de Mesa el hato de San Cristóbal de la Sal, ostentando la propiedad y transfiriéndolos a sus hijos. Se conoce que procreó varios vástagos y sabemos los nombres de cinco de ellos: Antonio, Facundo, Diego, Adriano y Salvador, siendo Antonio el mayor.

En los años siguientes, hasta lo ahora conocido, Féliz se pierde en el tiempo y todo indica que tal vez falleció en los veinte años siguientes, pues en el listado de propietarios de Neiba, registrados en las décadas de 1770 y 1780, su nombre no aparece, o tal vez para ese año no era un importante productor ganadero. No obstante, tal parece que algo de relevancia tendría, pues su hijo, Antonio Féliz, fue regidor del cabildo de Neiba en 1783, quien también comercializaba ganado hacia la colonia vecina. Éste vivía en el asiento principal del hato de Cristóbal de la Sal, ostentando la heredad de su padre, donde hoy está el pueblo Cristóbal.

El hato de Cristóbal de la Sal era realmente de proporciones considerables, lindaba al oeste con el hato Capitanejo la loma de la Hoz, al sur por el mar Caribe y al Este por el hato de Pesquería. El río Neiba y la las lomas de los cerros de Cristóbal de Fondo Negro, Barranca, predios de Pesquería y otros. Si bien no tocaba los sitios de Barahona, sí llegaba hasta el Petit Trou. Dentro de estos lugares se encontraba el sitio de conucos denominado Rincón.

Las menciones primarias del sitio Rincón aparecen en 1785, a raíz de un censo que se realizó sobre los negros cimarrones del maniel del Bahoruco, señalando tal referencia que allí vivía un negro desde hacía muchos años, el cual no fue censado. Otras menciones más directas se registran en 1790, la que lo señala directamente como el sitio de conucos del hato, teniendo Antonio Féliz, Paula de la Cueva y Pedro Segura algunos predios cultivados. Esos predios fueron pedidos por los cimarrones para ellos destinarlos a campos agrícolas.

De allí en adelante las noticias documentales son escasísimas y la referencia más próxima a Rincón se produce en 1810, cuando se asentó allí Pablo Báez. En los mapas y referencias de estos años, aparece señalado el asiento del hato Cristóbal, pero ningún pueblo o lugar, con excepción de Neiba, es indicado. En esta etapa, no se menciona en lo absoluto la existencia de un caserío en la zona, solo sí se indica con precisión la disposición de conucos del sitio.

Veinte años después a la última versión del conuco (1790) ya aparece como un pueblo (1810), el cual era maderero. Las referencias urbanas infieren que inició alrededor de habilitados caminos, sin ninguna identificación ni organización definida. Allí, en un pequeño promontorio en la bifurcación de la vereda con dirección al mar y comunicación con el río y los hatos hacia el este y el oeste, se levantó una ermita, la cual miraba los bohíos. Esas intersecciones formaron las calles de la Iglesia y el Camino Real, las que luego fueron denominadas Buenaventura Báez y San Andrés.

A partir de lo analizado, concluimos en que Cabral no se fundó, sino que se formó como pueblo en los últimos años del siglo XVIII y comienzos del XIX, cuando explosionaron los cortes de maderas, a raíz de las transformaciones económicas y sociales surgidas tras la Revolución Haitiana, que provocaron el coartamiento del comercio ganadero con la colonia gala, obligando a la búsqueda de nuevos renglones productivos. Tal vez se acentuó su poblamiento después de 1803, cuando los franceses intensificaron los cortes. Como conuco del hato de Cristóbal, tal vez lo era desde hacía años o siglos, pues el hato fue establecido en el siglo XVI, devastado en 1606, apareciendo Agueda Caraballo como su dueña en 1742, luego Pedro de Olaeta y Francisco Jasinto de Mesa, hasta Juan Féliz en 1750 y Antonio Féliz y sus hermanos en la década de 1880.

Así, Juan Féliz nada tuvo que ver con la fundación de Rincón, nada le es atribuible más allá de su explotación agrícola como dueño del hato de Cristóbal. Su nombre se asocia a Cabral, Salinas, Cristóbal y otros lugares, por la influencia que tuvo durante muchos años y por los continuadores de la heredad familiar que, aun en el siglo XXI, está siendo reclamada.
"I always tell the truth, even when I lie"

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