Por: Eliezer Olivero
E-mail: elieolivero@hotmail.com
La infidelidad es una práctica que en los últimos tiempos ha transcendido de manera vertiginosa, tanto es así que muchas personas quedan sorprendidas ante la proliferación y el auge de dicha practica y Cabral, al igual que otros pueblos del sur, no ha quedado exento de esta. De hecho un amigo, alto conocedor de las vivencias de uno de nuestros barrios, lo ha autodenominado como: “un cementerio de hombres vivos y cuna de hombres cuernuces.”
La infidelidad no es una práctica nueva, esta viene trascendiendo desde tiempos inmemoriales donde hombres que se consideraban ser elegidos por Dios también cayeron victima de esta trampa. Me refiero a una historia que se relata en el 2 Samuel donde narra: David tomaste a la esposa de Urías para que llegara hacer tu esposa y a él lo mataste a espada. Este hecho demuestra que esta practica data desde tiempos antiguos.
Algo sorprendente para muchas personas es el percatarse de que en la actualidad el actor principal ha cambiado en esta práctica. En tiempos atrás se consideraba de que el hombre por su idiosincrasia, hombría y machismo era considerado el verdadero infiel pero, en esta época donde reina la llamada liberación femenina la mujer esta llevando la delantera en esta materia.
El cambio de actor en esta práctica es precisamente lo que da origen a esta historia que presento para le deleite ustedes.
Resulta y viene a ser que un día un personaje Cabraleño se encuentra con un amigo de infancia y éste como de costumbre le pregunta por su familia y por ende por su mujer, el personaje muy airado le responde: “ahí etá esa degraciá, preña de mellizo”, el amigo pensando que éste se refería a que su mujer estaba embarazada de un par de hijos le dice: “Pues te felicito amigo por tus dos nenes”, a lo cual él muy airado le responde: “De qué dos hijos tu me hablas?, tu no ve que ella está preña de Mellizo el del Colmado?”
"Siempre digo la verdad, incluso cuando hablo mentiras"
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