Un niño necesitaba $1000, rezaba todos los días para que alguien se los regalara.Un día decidió escribir una CARTA A DIOS pidiendo los $1000 y la mandó por correo.
Cuando el Jefe de Correos vio a quién estaba dirigida la carta, determinó despacharla al Presidente de la República.
El Presidente de la República, al recibir, quedó gratamente impresionado e instruyó a su secretaria personal a enviar al niño $100, pensando que para un niño pequeño, esa cifra debía significar una gran cantidad.
El niño, feliz con los $100, se sentó rápidamente a escribir una carta de agradecimiento que decía:
“Gracias, querido Dios, por mandar el dinero. Sin embargo, por alguna razón que no me explico, lo mandaste a través de Palacio de Gobierno, y como era de esperar, estos corruptos hijoesumalditamadre se robaron $900; seguro que pensaron que era parte de su comisión. Ni la correspondencia de Dios respetan estos maricones.”
Un abrazo
"Siempre digo la verdad, incluso cuando hablo mentiras"
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