Las elecciones presidenciales son un juego al que a Hugo Chávez es muy difícil ganarle. De hecho, hasta el momento ha sido imposible. Los que medios de comunicación venezolanos e internacionales anunciaban como sus comicios más duros terminaron con casi diez puntos de diferencia: Chávez 54,4% y Henrique Capriles 44,9%.
Abraham Zamorano
BBC Mundo, Caracas
El chavismo celebra así que tiene
el camino abierto para avanzar hacia el "punto de no retorno" de su
proyecto socialista y bolivariano.
Al menos, esa es la intención
declarada del mandatario venezolano y no era otra cosa la que celebraban los
miles de chavistas que se habían concentrado desde bien temprano en los
alrededores del Palacio de Miraflores.
Esa "marea roja" estalló
en alegría cuando la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay
Lucena, anunció la victoria chavista.
"¡Se queda!, ¡se queda!, ¡mi
comandante se queda!", cantaban los simpatizantes oficialistas junto al ya
famoso "Uh, ah, Chávez no se va".
Chávez, que al ganar su tercera
reelección podría llegar a alcanzar los 20 años en el poder, comenzó su
intervención ante sus simpatizantes con un "reconocimiento" al
"talante democrático" de la oposición, "a pesar de que no están
de acuerdo con la propuesta bolivariana".
"Es un paso muy importante en
la construcción de la paz en Venezuela, de la convivencia de todos nosotros;
por eso comienzo enviándoles este saludo y extendiéndoles estas dos manos y
este corazón porque somos hermanos en la patria de Bolívar", dijo.
Desde el Balcón del Pueblo del
palacio presidencial, Chávez llamó a los suyos a ser "cada día mejores,
más eficientes". "Me comprometo con ustedes, lo reitero, a hacer cada
día mejor presidente de lo que he sido", afirmó.
Capriles reconoce la derrota
Por su parte, Capriles, que sufrió
la primera derrota electoral de su carrera política, felicitó al presidente al
tiempo que le pidió que "lea con grandeza la expresión del pueblo".
"Hay un país que tiene dos visiones y ser un buen presidente significa
trabajar por la unión de todos los venezolanos".
"Para saber ganar, hay que
saber perder. Para mí lo que el pueblo diga es sagrado. Nunca ha pasado por mi
mente hacer algo distinto a lo que el pueblo diga".
Capriles agradeció su apoyo a los
más de seis millones de venezolanos que le dieron su voto se puso a su
disposición.
"También quiero decirle a los
otros venezolanos que votaron por una opción distinta, que también cuentan
conmigo", afirmó.
"Iniciamos la construcción de
un camino y ahí están más de seis millones de personas que están buscando un
mejor futuro (…) No se sientan derrotados, no debe haber ningún venezolano que
se sienta derrotado".
Gran fiesta roja
Las caras largas en la sede del
comando de campaña de Capriles contrastaron con la fiesta que se vivió en los
alrededores de la sede presidencial, donde miles de personas, casi todas
vestidas de rojo, celebraban a ritmo de salsa y música electrónica.
Allí estaba Sonia Morales de la
mano del menor de sus tres hijos. De 31 años, se declaró ante BBC Mundo como
"100 por 100 revolucionaria" por "las muchas cosas que aportó
Chávez con las misiones [programas sociales]".
Morales es madre soltera y su
vivienda le fue proporcionada por la Gran Misión Vivienda. "Estaba en la
calle con mis hijos y en la Vicepresidencia me facilitaron una casa. Cómo no
voy a ser revolucionaria".
No por casualidad en el puente en
el que se registraron los incidentes que antecedieron al golpe de Estado de
2002, Alfredo Salcedo, trabajador del Ministerio de la Mujer de 31 años,
insistió en la idea de que "este es un proceso que no tiene vuelta atrás".
"Chávez ha ayudado ha muchas
personas excluidas del proyecto de gobierno. Me enteré que Pdvsa era del pueblo
cuando el presidente llegó a Miraflores. El petróleo era de una cúpula
pequeña", le dijo a BBC Mundo.
"He sido beneficiado, tengo un
apartamento de 112 metros cuadrados en la mejor zona de Caracas. Los muchachos
tienen comedor en la escuela, tienes Canaima [programa para entregar
ordenadores gratuitos a niños en edad escolar], internet en casa, computadora;
antes no".
"Nunca pensé en la derrota porque
nunca vamos a volver para atrás. Puede venir cualquier gobierno pero ya no
somos los mismos de antes", le dijo por su parte María Julieta a BBC
Mundo.
Las misiones
En medio de la fiesta en las
inmediaciones del palacio era imposible avanzar entre ríos de personas; hubo
empujones y alguno de ellos derivó en conato de pelea.
Vendedores de cervezas y puestos de
comida comenzaron a salpicarse entre la multitud atravesada de vez en cuando
por agresivos motociclistas que pisaron más de un pie.
No muy lejos, en la avenida
Urdaneta, la principal que conduce a Miraflores, Ángel Calderón, de 26 años,
justificó su voto por Chávez porque "piensa en el pueblo". "A
los pobres nunca nos habían tomado en cuenta hasta ahora", aseguró.
Simón Colmenares, por su parte,
citó las misiones y la entrega de viviendas a los más necesitados, como dos de
las causas de que optara por el presidente, pero tenía una tercera: "Amor,
cómo no".
"Estoy celebrando porque ganó
mi presidente. Siempre nos ha beneficiado y ha hecho muchos cambios. En otros
tiempos no era así", le dijo a BBC Mundo Saray, que aprovechó la fiesta
para vender bebidas.
"Los próximos seis años van a
ser los mejores", agregó.
"La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés." Antonio Machado
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