Por Dr. José Antonio Coll
Al conmemorarse hoy el 49 aniversario del golpe de estado en contra del gobierno del profesor JUAN BOSCH en 1963, los y las dominicanas de este tiempo redoblan sus esfuerzos profesionales, técnicos y de vocación democrática, para que hecho como este nunca jamás se repitan en nuestro país.
Si bien es cierto que somos un país libre desde 1844, gracias al comportamiento de insignes patriotas levantados junto a Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella Y Francisco Del Rosario Sanchez, no es menos verdadero que la más grande vocación democrática exhibida por nuestro país, la escenifico el pueblo Dominicano cuando llevo a Juan Bosch al poder, con este hecho, se marco la ruta hacia la democracia y los meses siguientes marcaron también la decisión del pueblo Dominicano de sostenerse en pie con la democracia al hacer frente primero a los golpistas militares dominicanos y posteriormente a los 42 mil marines, traídos en calidad de invasores a la república dominicana en función o disfraz de fuerza interamericana de Paz, por
El pueblo levantado en armas enfrento con palos y piedras y todo lo que encontró, demandando la vuelta a la constitucionalidad y el regreso al poder del profesor JUAN BOSCH, con ello se iniciaba el proceso de democracia representativa, y nunca más se impondría un presidente, que no surgiera de la voluntad del electorado en las urnas.
A este hecho hay que agradecerle el despertar de un pueblo que lucho por sus intereses, los de vivir en paz, dándose a si mismo el gobernante que ellos quieran y tener el poder de cambiarlo cuando ellos quieran si fuera necesario. JUAN BOSH, marco el sendero de esa democracia, la que hoy disfrutamos y defenderemos siempre.
Quizás el exceso de esa libertad, sea lo que tendremos que corregir, para evitar que la libertad se convierta en libertinaje que la democracia interna en los partidos políticos sea una realidad y que en cada uno de ellos también puedan escoger sus legítimos representantes, sin traumas, sin dislocaciones y sin imposiciones.
Aspiramos a que la sociedad civil promueva los juicios institucionales dentro de la jerarquía judicial y que las honras y el honor de los hombres no se amenacen con linchamientos sociales propiciados por resentidos de la democracia, que no alcanzan aun a comprender que la vida en sociedad tiene reglas y pautas y que ellas son las que enjuician, condenan y absuelven.
Quienes hoy se erigen como verdugos, no han sido capaces de propiciar enjuiciamientos ordenados, por que lo que persiguen no es justicia, sino desorden y descredito, tratando de allanar un camino en el que poder arrastrarse libremente hacia el poder en el 2016 y por que no hacia lo interno de sus organizaciones que no escaparan al asalto de sus aspiraciones erradas.
"La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés." Antonio Machado
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