Secreto, El Famoso Biberón, uno de los grandes del género.
Por ser un músico frustrado, tengo un enorme y diverso gusto por los diferentes tipos de música del mundo. No importa que sea clásica, operística o popular, no importa… lo que me importa es que el sonido y el tiempo vayan de la mano. Por eso me da igual escuchar a Mercedes Sosa, Diego el Cigala, Plácido Domingo o El Génesis del Amargue al mismo tiempo sin que me sienta “outside” de la onda.
Como soy así, en mi no escapa el gusto inalienable por el dembow dominicano y su contagioso baile, que más que baile es un arte; pero algo me preocupa profundamente de este género y es la persistencia de que sus letras vayan asociadas a la belicosidad que los dominicanos vivimos hoy.
Es una pena que El Secreto pegue al extremo “El Chaleco”, El Shick logre poner hasta los viejos a bailar a ritmo de “Préndelo”; Villanosam pega “Blanca con culo” y por ahí andan mil disparates más que reflejan la falta orientación ciudadana y que junto a otros defectos como nación, son parte de este camino a abismo que llevamos.
Rítmicamente estos temas no tienen desperdicios, pero sus letras no son disparates, son insinuaciones claras de la violencia que viven nuestros barrios y que estos chicos expresan en sus letras; lo lamentable es que sean nuestro niños y jóvenes quienes vean en estos carajos sus “idolos”, pero como este es un país fallido, esto viene a ser un ejemplo más de la descomposición a la que hemos llegado.
Estos artistas tienen tanta pegada en nuestra juventud dominicana que muy pocos jovenes se tiran fotos sin poner los dedos con la V de la victoria horizontalmente en ellas.Hay adultos muy mayores que tampoco escapan a tal cosa.
Lo mas chocante para mi de todo esto es que cuando mi hijo llega del colegio, la manera de decir “ya llegué” desde la puerta es expresando la frase: “Paaaaablo Piddy”.
"I always tell the truth, even when I lie"
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