La fundación de la ciudad de Barahona

Vista satelital de la ciudad de Santa Cruz de Barahona (el espacio blanco al lado del mar) y gran parte de la provincia del mismo nombre.

Por Werner Darío Féliz

La fundación de Barahona ha sido uno de los temas más controversiales y discutidos de toda la historia tocante al pueblo y a la provincia. Las menciones que de ella han hecho los escritores nacionales y suroestanos la sitúan en dos vertientes: unos la derivan a una decisión tomada por Toussaint Louverture en 1802, mientras otros conceden tal iniciativa a los habitantes de Pesquería, Cachón, Fundación y otros pueblos cercanos, decisión tomada en los últimos años del siglo XVIII tras la comercialización de maderas.

Tal parece que tal discusión no constituía un problema histórico antes de 1944, año en el cual Vicente Tolentino Rojas publicó su Historia de la División Territorial de la República Dominicana, 1494-1943. De hecho, José A. Robert, en uno de los primeros artículos conocidos de referencia a la erección, publicado en el periódico El Esfuerzo, en 1933, concede la exclusividad de la fundación a los habitantes de los pueblos mencionados, sin siquiera señalar la tesis de la iniciativa louverturiana. Posteriormente, el propio Robert, en su trabajo Evolución Histórica de Barahona, publicado en 1953, reafirma su posición, expresando que algunos han querido decir que Toussaint fundó la villa, cuando no hay en eso nada de cierto, en una referencia clara a la afirmación de Tolentino.
 Arco del Triunfo de Barahona
En los años siguientes otras opiniones surgieron. Matías Ramírez Suero consideró que la fundación del pueblo se debió a Felipe Suero, quien mientras buscaba unos toros de su propiedad, llegó a las orillas del mar, topándose con playas maravillosas, donde el río (Birán W. F.) hace un remanso, sintiéndose tan encantado con aquel lugar, que fundó en su rivera, en un sitio cercano a la mata de higuera donde siempre arreglaba las maderas, al oeste del paso de Belén.

Asimismo, otros escritores asumieron posiciones muy particulares. Oscar López Reyes mantuvo una mesurada neutralidad, al plegarse a la tesis de Robert, llamándole etapa embrionaria del pueblo, acogiendo al mismo tiempo lo señalado por Tolentino. Tal posición también fue expresada por Joaquín Peláez, aunque este último aduce contradicciones en sus afirmaciones, al afirmar que uno y otro la fundaron.

Por su parte, otros cuestionaron la tesis louverturiana. De hecho, Federico N. Cuello López, en su trabajo Senderos de Barahona, publicado en 1991, señala que incluso, un grupo de barahoneros envió una carta al respecto al Presidente de la Academia Dominicana de la Historia, quien contestó que no había documento alguno que sustentara tal afirmación. Así, ante de la falta de fuentes, descartaron a Toussaint y se prefirió no regatear la iniciativa a los habitantes de Pescadería, Peñón, Cachón, Fundación y otros pueblos. Lo que nunca he podido conocer, por lo menos él no los menciona, es en cuáles documentos se sustentó Cuello López para considerar que fueron personas de estos pueblos los que fundaron a Barahona.

Tantas disimilitudes y criterios diferenciados han influenciado a los habitantes de Barahona, al punto que se puede afirmar que hoy por hoy la identidad de origen es completamente confusa, al no existir estudios definidos que permita fijar posiciones acabadas.

Pero, Quién fundó a Barahona? Las menciones sobre la fundación de Barahona no son nuevas. Una de las primeras referencias la realizó Samuel Hazard, en su trabajo Santo Domingo, su pasado y presente, escrito en 1871. Éste señaló que se dice que Toussaint había empezado a establecer allí una importante ciudad cuando la llegada de los franceses puso fin a todos sus planes.

Pero aun anterior a Hazard, el historiador haitiano Beaubrum Ardouin, en su trabajo Geografía de la Isla de Haití, publicado en 1832, afirmó con precisión que a Toussaint le interesó la Bahía y mandó a las tropas del sur a edificar allí una villa, cuando la llegada de los franceses, el 29 de enero de 1802, coartó sus objetivos, abandonando su iniciativa.

De hecho, a Toussaint llamó tanto la atención el puerto y el potencial productivo de la región, que el 7 de febrero ordenó que se aperturara al comercio exterior. Y fue en este contexto que se precisó instalar las debidas autoridades portuarias, civiles y militares, los que se encargarían de la administración y vigilancia.
Foto vieja de la calle padre Billini en Barahona
No quiere decir, sin embargo, que antes de la iniciativa louverturiana en el lugar no hubiese personas viviendo. Así fue registrado por el Arzobispo Fernando Portillo en 1794, cuando refirió que en aquellas costas, vivían personas, cargadas de miedo, encerradas en sus casas, sin atender sus conucos, por efecto de la presencia de piratas. Además, las situaciones económicas y sociales de finales del siglo XVIII generaron una movilidad social hacia las costas, tras la búsqueda de nuevos renglones productivos, como la madera.

Pero estas personas no fundaron pueblos, ni se organizaron en caseríos definidos, sino que pernoctaron en lugares aislados, destinados mayormente para sustentar sus conucos, cortar y guardar maderas. No fueron ellos quienes decidieron erigir la villa Barahona.

A partir de lo explicado, no cabe la menor duda que el líder revolucionario, libertador de los esclavos, Toussaint Louverture, fue el fundador de la villa Barahona, pero no en 1802, sino en 1801, tras la orden de apertura del puerto de Neiba.
  "I always tell the truth, even when I lie"

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