100 ANOS DE PERDON
Cuentan de un destacado joven cabraleño, abogado, folclorista, historiador y escritor, residente en Santo Domingo, que en sus tiempos de prángana tenía como automóvil un diminuto carro color mamey, el cual había adquirido con gran esfuerzo para transportarse en la urbe.
Una tarde de verano de 1998, al salir de una actividad a la que asistió cerca de la Universidad O&M, se dio cuenta tristemente que su medio de transporte no estaba ya que se lo habían robado. Esto inició el calvario de tres meses a pié del joven abogado, visitando el plan piloto de la policía, cogiendo lucha y carros públicos por las calles de la capital, y solo pensando en su compacto carrito.
En una de esas andanzas por la Ave. Duarte, muy cerca de Plaza Lama, se dio la gran coincidencia y vió estacionado su antigua máquina en las inmediaciones del Parque Enriquillo, así que ni tonto ni perezoso sacó la llave que todavía conservaba en su bolsillo, miró hacia los lados y se decidió a robarle su propio carro al ladrón, atinando solo a decir a su acompanante: “Elías, el que le roba a ladrón, tiene 100 años de perdón”.
Elmer Gonzalez
"Siempre digo la verdad, incluso cuando hablo mentiras"
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