La verdad es que Cabral no tiene como pagarle el legado histórico-cultural que Cano Féliz y su familia han dejado en nuestro pueblo.
Ver el desfile de Carnaval el pasado sábado y los dias siguientes expresan claramente la fascinación, compromiso cultural y locura cabraleña con que los nietos de Cano y Gasita toman el hecho de ser Cachúas y adentrarse en nuestra más intima y pura expresión cultural: Las Cachúas de Cabral
Cuca, Juancito, Maria Isabel, Yeison, Sujaila, Joan entre otros hijos, nietos y creo que hasta bisnietos, hicieron que Cano en su tumba, y los que lo conocimos y aún estamos vivos, vibraramos de felicidad y satisfacción en ver como sus retoños se llenan de orgullo y carisma de ser una Cachúa de Cabral.
El lunes de gloria Joan y un grupo de cachúas bajo su comando, imposibilitaron a los civiles a ROBARSE el Jua, pues se apostaron alrededor del parque y enfrentaron CON SU VIDA el honor de ser cachúa y de que el símbolo de la dignidad de su fuerza no sea robado por sus enemigos (los civiles) a quienes mantuvieron a raya y al final le dieron una demostración de poder y paliza en donde los despavoridos Civiles hicieron con sus pies mas polvo que el que hace Khoury Industrial en Cabral.
Felicidades a los nietos de Cano, quienes con su sonar de fuetes mantienen familiarmente viva una tradición que se creyó perdida y en picada como lo son Las Gloriosas Cachúas de Cabral.
"Siempre digo la verdad, incluso cuando hablo mentiras"
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