-(Con 94 años) Estoy soltero ¡pero no lo escriba ahí, porque vienen a buscarme enseguida!
-Soy un hombre que vive de la esperanza. Siempre espero algo.
-Te voy a revelar un secreto: Utiliza el caldo de cocote de carnero, que te dará vitalidad.
-Para los placeres hay que tener medida, de lo bueno no se debe probar mucho, que siempre te quede el deseo de volver a probarlo y no te aburra. Tomo algunos traguitos de ron y fumo desde niño, enseñado por mi abuela.
-Yo, como ciudadano de 94 años debo tener alguna experiencia de la vida y digo que a los hombres del mundo les hace falta más reunirse, hace falta el diálogo, cómo va estar el hombre matándose como animal, como si no tuviésemos cultura.
-(Sobre la Revolución Cubana) Yo tengo 94 años y he visto todos los gobiernos de Cuba. Ni aquí ni en ninguna otra parte del mundo he visto un gobierno como éste. ¿Quieres un ejemplo? Mira ahora Argentina: el pueblo diciendo que los gobernantes lo que hacen es robar el dinero y vender la riqueza. Aquí Fidel habla con los niños, les pregunta a qué aspiran, ¡hasta les pone computadoras! Y si te hacen una operación no te cuesta un centavo, y si quieres ser ingeniero, o médico, tampoco te cuesta nada. Fidel dice que quiere que su pueblo sea un pueblo culto, eso es más bonito que lo otro.
-Cuando me acuesto a dormir siento mis cantos y abro las ventanas y me digo "¿quién estará tocando por ahí?" ¡Nadie! Y me vuelvo a acostar y vuelven a tocar la música que yo estoy pensando.
-Yo soy el hombre que más casas tiene para dormir en La Habana: donde quiera que esté, si estoy cansado o no tengo ganas de ir para mi casa, me dicen: "Arriba, ahí tienes". Mis amigos son mis hermanos.
-Eso fue en la Fiesta del Habano. Estaba ahí con Fidel, que me dice: "¿Por qué no subastas el sombrero?" Y entonces uno que 10.000, otro que 15.000... Aquella gente era riquísima, millonarios, hasta que un italiano ofreció 17.500 dólares y nadie dio más. Entonces Fidel me preguntó qué iba a hacer con tanto dinero y le dije: "Vamos a dedicárselo todo para los niños de Cuba".
-A mí no me interesa el dinero, ¿para qué quiero el dinero? Yo lo que quiero son amigos.
-Mi apartamento está en un piso 16 y eso no me gusta: yo no soy paloma para estar en un palomar, me gusta la tierra.
-Esperé por él en un salón y, coooncho, apareció El Papa y me dijo: "Me alegra que un cubano haya venido a saludarme". Y le respondí: "No podía ser de otra manera, usted es el corazón de la humanidad".
-Estuve como se dice en 'standby', un momento de silencio, como tienen todos los artistas. Porque para hacer canciones hay que tener reposo. En ese momento de calma pude hacer muchas canciones.
-Es bonito, ahora después de viejo es cuando estoy sacando mi cosa más sabrosa.
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