Por Dioris Feliz (Cambumbo)
La palabra tránsfuga aunque data desde años registrada en el diccionario de la Real Academia De La Lengua o en el mataburro, como el pueblo sarcásticamente lo identifica, es a partir de las competidas elecciones del año 1986 cuando empieza a tomar verdadero auge.
En esa fecha el transfuguista giro reversivo del partidoLa Estructura de apoyar al Partido Reformista, con unos cuantos, votos decisivos, que había extorsionado del electorado con otro propósito y el cual quería sumarlo como voto de castigo de la masa silente, en contra del PRD, por su desastrosa gestión al frente de la cosa pública, dejó trasnochados hasta a los mas cauto. Todo esto para favorecer a un candidato que se creía políticamente eliminado, como se prevee pueda pasar en el próximo certamen electoral del 20 mayo del 20012.
Nadie se imaginaba que de un partido ya gastado y desacreditado, con un candidato desteñido, viejo, ciego y descartado, podría resurgir un ave fénix, desde las mismas cenizas y volver a volar por los fueros de la represión.
La respuesta a ese Transfuguismo espontáneo de su líder Andres Van-der-hors, fue una disidencia epidémica de anti Balaguerista que preferían el destierro ante de volver a vivir la funesta experiencia de aquella tenebrosa era de los doce años, de la cual este articulo no es precisamente su apología.
Nuestro tema se va a central exclusivamente en el Transfuguismo de ayer y de hoy y de su variante.
Tránsfuga:, significa pasarse de un partido político a otro. Ahí yo no veo nada de malo. Bueno, sí, Tránsfuga es malo cuando se vá, sin embargo es bueno cuando viene......... Qué ironía de la politiquería.
Lo peor es que al que cambiaba de partido otrora se le acusaba de traidor y aunque en menor medida todavía hoy en día persiste esa errónea acusación.
Yo me pregunto, ¿Traicionar qué ó a quién? Es como que el conejo le diga al burro orejón. Sin embargo los que nos incumbe no es el significado literal, si no el criterio particular que se le ha dado a la palabra tránsfuga, partiendo de la disidencia política a partir de los 31 años de la dictadura militar, puesto que los remanentes del oprobioso régimen, aunque cambiaban de partido, seguían los mismos lineamientos reaccionarios de la dictadura, por lo tanto, bajo ninguna circunstancia se le podía acusar de Tránsfuga.
LosTutumpotes vive bien, otro de los apodos de esta pandilla, para continuar su privilegiada orgía, se organizaron con otro hijo del déspota, el tristemente célebre don Viriato Fiallo, enla Unión Cívica Nacional (UCN), a raíz del asilo en la nunciatura apostólica, de su máximo líder el doctor Joaquín Balaguer, además decir, el heredero por excelencia del sátrapas.
Estos, erróneamente mal llamados Reformistas, porque lo único que reformaron fueron los cementerios, después del golpe de estado al gobierno del Partido Revolucionario Dominicano, aunque siguieron cambiando de partido a partido, al menos mantenían monolíticamente el mismo pensamiento recalcitrante, adhiriéndose a los golpistas dirigidos por el Triunvirato, y después de la revolución de abril de 1965, cerrando fila con el naciente Partido Reformista, del recién regresado del exilio, el doctor Joaquín Balaguer, su original Canchanchan, por lo que no vamos a tipificar a estos esbirros del asesino, como Tránsfuga.
Ni decir de la tienda aparte que hizo Francisco Augusto Lora cuando fundó el MIDA, para en el 1970 hacerle frente a la reelección de su otrora líder, el diablo Balaguer, si eran pulgas del mismo perro; y el otro acontecimiento sin parangón a mediado de la era: el giro de último minuto en 1974 de Lajara Burgos, de hacerle juego a la reelección, después de haber firmado un pacto anti reeleccionista con el Acuerdo de Santiago, encabezado por el PRD y su candidato don Antonio Guzmán.
Si ciertamente esta parte política putrefacta descendiente de la dictadura no claudicaba en sus principios, mucho menos la que representaba el PRD de Juan Bosch, quien simbolizada con el famoso eslogan: Vergüenza contra Dinero, que enviaba un claro mensaje de patria ó muerte al continuismo Balaguerista.
Es decir que en este periodo, de1961 a 1978 la militancia estaba definida, el que era Revolucionario, prefería mil veces morir ante que claudicar. Era un asunto voluntario y de principio, lo mismo el que era derechista, como se hacían llamar los Reformistas descendientes de la dictadura, por lo que acusar de Transfuga a cualquier militante de uno u otro bando era un peligro inminente, si no lo asesinaban, se podría decir que era prácticamente un cadáver social, por lo que mayormente los acusados desaparecían del entorno, para así evitar males peores. Es por eso que el Transfuguismo era una traición imperdonable.
Los grupos y partidos, unos aglutinados en el PRD y los otros en el Partido Reformista se jugaban su honor, y cada bando era irreconciliable con el otro. No solo el Transfuguismo era un delito capital, los blancos no podían juntarse con los rojos, ni los rojos con los blancos, imposible.
El que era Reformista de Balaguer, lo era con sangre y por sangre, así también el Revolucionario de Juan Bosch, cuidado si lo confundía como Reformista, porque fácilmente te mataba. Era un asunto de vida ó muerte.
Cada cual defendía lo suyo hasta con su vida, sin abandonar su parcela, a diferencia de hoy en día, que los partidos con posibilidades electorales de dirigir los destinos de este estado fallido, se pelean por agenciarse los votos del otro, no importa las deudas de sangre que haya de por medio, convirtiéndose en verdadero grupos de malhechores, para de paso apropiarse indebidamente del dinero del pueblo para beneficio particular.
En los tiempos aquellos los Revolucionarios odiaban con mucha razón a los Reformistas, los asesinatos selectivos patrocinado por el segundo en detrimento del primero, era la antesala de una imagen de guerra sin cuartel no declarada. En los barrios populares la aparición de un militante Reformista paría violencia, en caso de que el barrio lo habitara. Al menos cualquier Balaguerista debía de abstenerse de hacer vida pública, ó correr el riesgo de ser linchado por turbas enardecidas.
Los Reformistas vivían escondidos y cuando salían, venían armados hasta los dientes, pues aunque eran impopulares tenían poder y licencia para matar. En el seno del pueblo no los queríamos. Esa es la verdad.
En la proxima entrega le contaremos sobre el transfugismo de hoy.
En esa fecha el transfuguista giro reversivo del partido
Nadie se imaginaba que de un partido ya gastado y desacreditado, con un candidato desteñido, viejo, ciego y descartado, podría resurgir un ave fénix, desde las mismas cenizas y volver a volar por los fueros de la represión.
La respuesta a ese Transfuguismo espontáneo de su líder Andres Van-der-hors, fue una disidencia epidémica de anti Balaguerista que preferían el destierro ante de volver a vivir la funesta experiencia de aquella tenebrosa era de los doce años, de la cual este articulo no es precisamente su apología.
Nuestro tema se va a central exclusivamente en el Transfuguismo de ayer y de hoy y de su variante.
Tránsfuga:, significa pasarse de un partido político a otro. Ahí yo no veo nada de malo. Bueno, sí, Tránsfuga es malo cuando se vá, sin embargo es bueno cuando viene......... Qué ironía de la politiquería.
Lo peor es que al que cambiaba de partido otrora se le acusaba de traidor y aunque en menor medida todavía hoy en día persiste esa errónea acusación.
Yo me pregunto, ¿Traicionar qué ó a quién? Es como que el conejo le diga al burro orejón. Sin embargo los que nos incumbe no es el significado literal, si no el criterio particular que se le ha dado a la palabra tránsfuga, partiendo de la disidencia política a partir de los 31 años de la dictadura militar, puesto que los remanentes del oprobioso régimen, aunque cambiaban de partido, seguían los mismos lineamientos reaccionarios de la dictadura, por lo tanto, bajo ninguna circunstancia se le podía acusar de Tránsfuga.
LosTutumpotes vive bien, otro de los apodos de esta pandilla, para continuar su privilegiada orgía, se organizaron con otro hijo del déspota, el tristemente célebre don Viriato Fiallo, en
Estos, erróneamente mal llamados Reformistas, porque lo único que reformaron fueron los cementerios, después del golpe de estado al gobierno del Partido Revolucionario Dominicano, aunque siguieron cambiando de partido a partido, al menos mantenían monolíticamente el mismo pensamiento recalcitrante, adhiriéndose a los golpistas dirigidos por el Triunvirato, y después de la revolución de abril de 1965, cerrando fila con el naciente Partido Reformista, del recién regresado del exilio, el doctor Joaquín Balaguer, su original Canchanchan, por lo que no vamos a tipificar a estos esbirros del asesino, como Tránsfuga.
Ni decir de la tienda aparte que hizo Francisco Augusto Lora cuando fundó el MIDA, para en el 1970 hacerle frente a la reelección de su otrora líder, el diablo Balaguer, si eran pulgas del mismo perro; y el otro acontecimiento sin parangón a mediado de la era: el giro de último minuto en 1974 de Lajara Burgos, de hacerle juego a la reelección, después de haber firmado un pacto anti reeleccionista con el Acuerdo de Santiago, encabezado por el PRD y su candidato don Antonio Guzmán.
Si ciertamente esta parte política putrefacta descendiente de la dictadura no claudicaba en sus principios, mucho menos la que representaba el PRD de Juan Bosch, quien simbolizada con el famoso eslogan: Vergüenza contra Dinero, que enviaba un claro mensaje de patria ó muerte al continuismo Balaguerista.
Es decir que en este periodo, de
Los grupos y partidos, unos aglutinados en el PRD y los otros en el Partido Reformista se jugaban su honor, y cada bando era irreconciliable con el otro. No solo el Transfuguismo era un delito capital, los blancos no podían juntarse con los rojos, ni los rojos con los blancos, imposible.
El que era Reformista de Balaguer, lo era con sangre y por sangre, así también el Revolucionario de Juan Bosch, cuidado si lo confundía como Reformista, porque fácilmente te mataba. Era un asunto de vida ó muerte.
Cada cual defendía lo suyo hasta con su vida, sin abandonar su parcela, a diferencia de hoy en día, que los partidos con posibilidades electorales de dirigir los destinos de este estado fallido, se pelean por agenciarse los votos del otro, no importa las deudas de sangre que haya de por medio, convirtiéndose en verdadero grupos de malhechores, para de paso apropiarse indebidamente del dinero del pueblo para beneficio particular.
En los tiempos aquellos los Revolucionarios odiaban con mucha razón a los Reformistas, los asesinatos selectivos patrocinado por el segundo en detrimento del primero, era la antesala de una imagen de guerra sin cuartel no declarada. En los barrios populares la aparición de un militante Reformista paría violencia, en caso de que el barrio lo habitara. Al menos cualquier Balaguerista debía de abstenerse de hacer vida pública, ó correr el riesgo de ser linchado por turbas enardecidas.
Los Reformistas vivían escondidos y cuando salían, venían armados hasta los dientes, pues aunque eran impopulares tenían poder y licencia para matar. En el seno del pueblo no los queríamos. Esa es la verdad.
En la proxima entrega le contaremos sobre el transfugismo de hoy.
"I always tell the truth, even when I lie"