Casa de tejamanil de Don Piro, en el barrio Los Botaos.
Mientras muchos de ustedes disfrutaban su Semana Santa en Cabral, tres jóvenes nos dedicamos a realizar entrevistas con el objetivo de elaborar un Ddcumental sobre nuestro hermoso y cálido pueblo de Cabral. Esta encomienda fue un mandado expreso del Comité Internacional de la Diáspora Cabraleña (CIDIC) con el fin de presentar al mundo las particularidades, cultura y bellezas de nuestro pueblo.
Gilbert Méndez, Geuris Guzmán y este escribidor nos dedicamos a caminar nuestro pueblo buscando figuras que nos aportarían datos sobre la historia, cultura y razón de ser del Cabraleños. Así también buscamos locaciones tipicas para que sirvan de soporte a nuestra idea. Entre muchos lugares y cosas visitadas, una me llamó la atención: "LA CASA DE DON PIRO" en el barrio de Los Botaos.
El barrio de Los Botaos junto a Los Guayuyos, La Lista y El Naranjo forman lo que se conoce como la sección de Tierra Blanca y ese nombre le vino porque la mayoría de sus casas eran hechas de Tejamanil pintadas de cal blanca. Las casas de Tejamanil tienen su origen en un proceso llamado cimarronaje, cuando los esclavos se alzaron en las montañas en busca de la libertad. Cuando estos esclavos se asentaron, sus viviendas adquirieron carácter definitivo. Utilizaron horcones y techos a dos aguas cubiertos de palmas, canas y yaguas. Construían las paredes con palitos entrelazados y cruzados con una técnica llamada tejamanil, las revestían con una masa compuesta de estiércol de diversos animales, ceniza y cal, y las pintaban con caliche, cal, barro y tierra amarilla.
La realidad es que la miseria que está dentro de esta casa puede verse desde afuera. Un tío mío que pasaba por el lugar y se detuvo a saludarme se quejó amargamente porque "este pobre hombre no recibe el amparo de las autoridades municipales y políticos que solo se recuerdan de él en épocas de elecciones". Continuó diciendome: “Sobrino, esa casa hay que tumbarla y ayudarle a hacer algo mucho más digno para el”
Escuché con respeto y atento a cada cosa que mi tío me dijo,. Esperé a que terminara y le conteste: “mi tío, es verdad, Don Piro merece vivir en mejor, pero en su misma casa. Esta casa que usted ve aquí, es posiblemente la única casa de tejamanil que queda en nuestro pueblo y por tanto debe ser reparada como tal y mantenerla como el último vestigio vivo que le dio origen a este barrio y a nuestro pueblo. Así esta casa se convertiría en un patrimonio de nuestro pueblo al que todo turista pueda visitar, tirarse fotos y hasta dejarle algo a Don Piro”
Escuché con respeto y atento a cada cosa que mi tío me dijo,. Esperé a que terminara y le conteste: “mi tío, es verdad, Don Piro merece vivir en mejor, pero en su misma casa. Esta casa que usted ve aquí, es posiblemente la única casa de tejamanil que queda en nuestro pueblo y por tanto debe ser reparada como tal y mantenerla como el último vestigio vivo que le dio origen a este barrio y a nuestro pueblo.
No se lo dije, pero pensé “eso hacen los grandes pueblos con sus “pequeñas” cosas. Los pueblos necesitan cambios de todo tipo, pero nunca ninguno que les haga olvidar sus tradiciones y sus orígenes”.
No dejemos que la pobreza de Don Piro y nuestra indiferencia hagan destruir esta casa y así perder un emblema más que nos dio la razón de ser hoy Cabraleños.
Desde ya le hago un llamado a nuestro Alcalde, al Comité Internacional de la Diáspora Cabraleña, a los comerciantes, a los empresarios y a los Cabraleños de buena voluntad para ir rescate de Don Piro y de esta casa que es UNA JOYA ARQUITECTÓNICA ANTIGUA E HISTÓRICA que los Cabraleños debemos preservar con respeto, cariño y orgullo.
"Siempre digo la verdad, incluso cuando hablo mentiras"
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