Es conocida la habilidad y pericia militar y policial del cabraleño; gran parte de los jóvenes de los pueblos en la región sur, optan por “engancharse” a las filas de las fuerzas armadas dominicanas en busca del sustento familiar y procurando fundamentalmente alcanzar oficialidades. Cabe destacar que muchos cabraleños, avalados en una singular astucia han logrado escalar los más altos rangos en los cuerpos castrenses del país.
Siempre se mencionan las anécdotas de un destacado miembro de la Policía Nacional que llegó a ostentar la estrella de General de Brigada. Recibió para orgullo cabraleño, todos los honores por su rectitud, cumplimiento y disciplina en sus funciones. De línea dura, éste laureado oficial cabralense, se dio a conocer por ser el comandante operativo los denominados Cacos Negros en el Distrito Nacional.
En la zona del Parque Enrriquillo y entornos adyacentes de la Ave. Duarte y París, los buhoneros informales y carteristas temblaban cuando se mencionaba el sonoro nombre de este comandante oriundo del pueblo de las cachuas. Al escuchar su apellido, solo atinaban a recordar los verdaderos fuetes de Cabral.
Unos cuentan de la difícil situación que vivió un Travesti, que osó a invitarlo a bailar un merengue en un bar oscuro que llamaban El Almendro; cuando el oficial Capitán de (3) tres pinos en ese entonces, determinó, al atentar y manosear los planos bajos de la supuesta hembra, que se trataba de un hombre, le asestó un pescozón al mariflor que todavía se oye la bulla en la Pedro Livio Cedeño.
Pero la gran anécdota de éste Aguerrido agente, fue cuando a mediados de los años 80 ‘s ostentaba el rango de Mayor como oficial superior, pero ya tenía algunos años varado en ese escalafón.
En una de las andanzas como comandante de Patrulla, él y sus subalternos atraparon un asaltante armado en la proximidad de El Huacalito. Se cuenta, que este ilustre Mayor, aprovechó la situación y, con su Colt 45 se hizo un auto disparo al Kepis, declarándole a sus superiores que salvó la vida milagrosamente del intercambio de disparo con el ladronzuelo atrapado, quien le había tratado de volar la cabeza.
Una semana después de ese episodio cantinflesco, nuestro coterráneo fue ascendido rimbombantemente a Teniente Coronel.
"Siempre digo la verdad, incluso cuando hablo mentiras"
0 cometarios:
Publicar un comentario