Cuando Rafael Leonidas Trujillo Molina bajaba a su primera sepultura, Porfirio Rubirosa sonreía a la sombra de un flamboyán.
Mirando el colosal panteón, «Rubi», de 52 años, recordó que llevaba media vida ligado indisolublemente a aquella encanallada familia, en la que entró al casarse con Flor de Oro Trujillo, una mulata de entrepierna bravía, hija mayor del tirano, de la que se había divorciado hacía ya 24 años y que tuvo luego otros siete maridos. A Flor de Oro se la conocía como «el fondillo más caliente de la República»......keep reading
"Siempre digo la verdad, incluso cuando hablo mentiras"
0 cometarios:
Publicar un comentario